Crónica: Juan Écija Molina
Cuando el Club Massanassa Escacs’90 se fundó, allá por 1975, los padres de siete de los rivales de esta jornada probablemente no habrían nacido o no sabrían aún leer.
Da gusto enfrentarse en estas categorías inferiores a grupos de niños que no superan los diez años, como ocurrió en el sábado en “La Terreta” de Massanassa; emociona ver que entre ellos había tres niñas, y, especialmente, el interés y pasión que ponían todos en mover sus piezas y apuntar sus jugadas como si hicieran los deberes del cole. Y reconforta también, no sólo ganar a un rival sin piedad con un 8-0 ―pues en ajedrez hay caballerosidad pero no piedad moviendo piezas― , sino también ser tan bien recibidos y tratados por este veterano club que nos obsequió incluso con chocolatinas. El Equipo B, el “Doctor Smartphone” toma buena nota de todo ello y se lleva con envidia sana el ejemplo de esta escuela de ajedrez como la que pretende fomentar en Xàtiva para contar con futuros campeones ―y campeonas― del estilo de los que vimos allí.
Todas fueron partidas fáciles, excepto la del capitán-monitor del equipo rival en el primer tablero, que vendió cara su derrota.
Con respecto al primer equipo, el “Sport F. Megías”, recibió en casa, en su sede de la asociación de vecinos del Barri Nord Oest, al equipo Alzira C, que demostró contar con buenos jugadores incluso en esta categoría, que sirven de refuerzo y estímulo al equipo que tienen en división de honor. Pero no contaban con que los jugadores del joven Club Escacs de Xàtiva no son bisoños en este maravilloso deporte mental, sino todo lo contrario, pues demostraron nuevamente con seis victorias y dos empates (7-1) que esta categoría de primera provincial se les está quedando pequeña, y habrá que esperar un año para bregarse con jugadores más competitivos de otras categorías. Tiempo habrá para comentar sus derrotas, pero por ahora no se tercian a este lado de la pared.